El diagnóstico de cáncer está asociado a una amenaza para la salud con repercusiones en todas las esferas de la vida de la persona enferma y de sus familiares. Dichas consecuencias se ven significativamente condicionadas en función de la situación en la que la persona se encuentra cuando recibe el diagnóstico de cáncer. Sin duda, su situación social y laboral en el momento del diagnóstico repercute en las consecuencias que la enfermedad va a tener en los diferentes aspectos de su vida; pudiendo resultar este diagnóstico un agravante de riesgo socioeconómico para la subsistencia de la persona y su familia.


El cáncer tiene un impacto directo en la economía de los pacientes de cáncer y sus familias. El cáncer disminuye los ingresos porque afecta a la capacidad laboral del paciente y también aumenta los gastos imprevistos. La situación laboral de muchos pacientes se ve empeorada porque se pueden ver obligadas a abandonar su trabajo o a reducir el número de horas trabajadas, con la consecuente pérdida de ingresos.

La toxicidad económica del cáncer en España

La toxicidad económica del cáncer hace referencia a los costes económicos, directos e indirectos, que van aparejados a un diagnóstico de cáncer. A pesar de que pudiera parecer una serie de gastos pequeños y con poca importancia, cuando lo vemos de manera conjunta a lo largo del proceso del tratamiento se convierte en un coste que a muchas personas diagnosticadas les implica un enorme esfuerzo acometer.

A partir de un estudio elaborado por Observatorio, sabemos que un 16,5% de los hogares entrevistados han pagado más de 10.000€ de gastos directos producidos por la enfermedad. Además, cuando se considera el esfuerzo en cuidado al paciente y ayuda al hogar, se puede afirmar que un 41% de los hogares entrevistados han hecho un esfuerzo superior a los 10.000€. Por último, sabemos que sin las aportaciones económicas de la Seguridad Social, los seguros privados, las ONGs y las familias, la cifra de hogares que han soportado un sufrimiento económico superior a los 10.000€ sería del 68%.

Durante 2021, casi 30.000 personas diagnosticadas de cáncer se encontraban en una situación de vulnerabilidad laboral ya que estaban desempleadas, eran autónomos o su salario era inferior al Salario Mínimo Interprofesional, según el estudio Impacto del Cáncer en España, publicado en 2022 por el Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer. Además, a partir de un diagnóstico de cáncer, la situación laboral de muchas personas se ve empeorada, bien porque se ven obligadas a abandonar su trabajo o reducir el número de horas trabajadas, lo que implica una pérdida de ingresos.

Estos costes derivados de la enfermedad podrían no ser asumibles por los pacientes oncológicos que se encuentran en situación de vulnerabilidad económica y/o laboral. Esta situación puede provocar que haya personas que tienen que tomar la decisión de pagar gastos corrientes, como la luz, el agua o el alquiler, o hacer frente a los gastos que provoca la enfermedad. Esto hace que su dependencia económica de terceras personas (como familiares y amigos) aumente significativamente en casi un 20% de los casos.

Ayudas económicas de emergencia de la Asociación

Estar cerca de los pacientes oncológicos y sus familiares es la razón de ser de la Asociación Española Contra el Cáncer desde su fundación en 1953. Por ello, intenta cubrir, en la medida de sus posibilidades, aquellas necesidades que no cubre el sistema o que tarda tiempo en hacerlo.

Las ayudas económicas de la Asociación son un soporte económico que se facilita a las personas afectadas de cáncer y/o su familia. Estas ayudas tienen como objetivo prevenir o disminuir la situación de vulnerabilidad o exclusión favoreciendo la inserción social, así como a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas de cáncer durante todo el proceso oncológico.

Estas ayudas están destinadas a pacientes y familiares que pertenezcan a colectivos en situación de riesgo social. En este sentido, Begoña Castro, trabajadora social de la Asociación, recuerda que, si bien las ayudas económicas de la Asociación intentan llegar al mayor número de personas posible, se prioriza a los pacientes en una situación de mayor vulnerabilidad. “Las ayudas económicas de la Asociación Española Contra el Cáncer intentan, primero, llegar al mayor número de personas posible. Es nuestro objetivo y, por ello, tenemos un protocolo de actuación que es llegar a los casos más vulnerables para cubrir estos gastos derivados de la enfermedad. Son ayudas de emergencia que se dan durante un tiempo determinado mientras se gestionan otros recursos a nivel público, que tardan más en llegar. Nuestras áreas son más rápidas e inmediatas. Es un ayuda de emergencia para cubrir estos gastos derivados de los procesos oncológicos”.

Colaboración de Ibercaja

Estas ayudas de emergencia que concede la Asociación para paliar el impacto económico del diagnóstico de cáncer en pacientes y sus familiares son posibles gracias a sus propios recursos. Recursos económicos que son posibles gracias al apoyo de casi 600.000 socios y socias, al de las instituciones públicas y, por supuesto, a las empresas que demuestran su solidaridad y sensibilidad con las personas diagnosticadas de cáncer a través de diversas colaboraciones con la Asociación.
Ibercaja, a través de su programa ‘Ibercaja Sostenible y Solidario’, ha otorgado 70.000 euros a la Asociación Española Contra el Cáncer para el proyecto ‘Apoyo Social de Emergencia para familias en riesgo de exclusión social por cáncer’ que se distribuirá por todo el territorio nacional y permitirá dotar de recursos básicos a personas que estén pasando un proceso oncológico.

Esta ayuda de Ibercaja es posible gracias a las donaciones provenientes del fondo de inversión y planes de pensiones de la entidad bancaria y se destinada a paliar el impacto socioeconómico que experimentan los pacientes de cáncer y sus familiares, ayudando a los pacientes oncológicos a afrontar los gastos derivados de la enfermedad.