España no puede quedarse atrás en la investigación contra el cáncer. Para empezar, porque es un hecho que la investigación salva vidas y, gracias a ella, en los últimos años se ha alcanzado el 90% de supervivencia en algunos tumores y, de media, un 53%. Además, impulsar la investigación es garantizar el acceso a los pacientes a los últimos avances en medicina, y mejorar su supervivencia y calidad de vida. Pero también porque la investigación puede ser un gran motor económico, tal y como ha quedado patente en esta pandemia.  

Estas son algunas de las ideas que han salido a relucir durante los Diálogos AECC, que la Asociación Española Contra el Cáncer ha celebrado con motivo del Día Mundial de la Investigación en Cáncer (WCRD en sus siglas en inglés), que cada año tiene lugar el 24 de septiembre. En esta ocasión, el tema se ha centrado en cómo ha impactado el coronavirus la investigación en cáncer. Para ello se ha contado con la participación de investigadores como Dr. Mariano Barbacid, el Dr. Josep Tabernero y la investigadora predoctoral Belén Pastor. Junto a ellos, también, Isabel Orbe, directora de general de la Fundación Científica de la AECC; y Marta Puyol, Directora de Investigación de la AECC.

La pregunta que mucha gente se hace es si el impacto de la pandemia ha frenado la investigación en cáncer. La respuesta es que, pese a las dificultades en los meses iniciales de la pandemia, por el momento la investigación continúa. Sin embargo, la misma puede estar en riesgo si el sistema sanitario vuelve a paralizarse por más tiempo.  La parte positiva es que la pandemia ha puesto el foco en la investigación en términos generales, aportando más flexibilidad, más herramientas y sobre todo más diálogo internacional. Un empuje que ahora hay que aprovechar.


Los retos en investigación: más financiación y recursos

En este contexto, parece que el foco no debería ponerse en la situación actual, sino que hay que entender que el problema de la investigación en cáncer es estructural.

“Nuestro problema no es la pandemia, sino la falta de recursos. La COVID-19 ha evidenciado que tenemos que invertir en salud… hemos podido comprobar que contamos con sanitarios muy buenos pero el sistema sanitario, a pesar de lo que creíamos, no lo es. Esto mismo ocurre en investigación, tenemos muy buenos investigadores, pero ¿de qué nos sirve si no cuentan con los recursos adecuados? La investigación ha disminuido en los últimos 10 años y no se ha recuperado desde entonces. Como mínimo, tendría que haber un incremento del 15% anual durante 5 años para volver a donde estábamos en 2010””, señalaba el Dr. Mariano Barbacid, Jefe de Grupo de Oncología Experimental del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), que el año pasado presentó, con el apoyo de la AECC, uno de los trabajos más importantes realizados en la investigación contra el cáncer de páncreas.

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Por su parte, el Dr. Josep Tabernero, director del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) y jefe de servicio de Oncología Médica del hospital Vall d’Hebron, asegura que “el cáncer es en sí mismo una pandemia con unos números preocupantes, que además son crecientes. Es verdad que la mortalidad está disminuyendo, pero la investigación no es solo para parar el cáncer, también es para prevenirlo”.

Asimismo, durante el encuentro, el experto puso de manifiesto que la inversión en investigación en cáncer no solo es salud, sino que también puede ser clave en la economía de un país, ya que se trata de un motor económico importante. Sin embargo, la realidad es que, si en Europa la media de porcentaje del PIB dedicado a investigación es del 2%, en España esta es solo del 1,2%.

Esto se traduce, como puntualizaba Isabel Orbe, en que mientras “en Alemania se invierte unos 1.000 euros en investigación por habitante, España solo son 270 euros; y el cáncer es una pandemia que no se va a curar con una vacuna”.

 No hay que olvidar que el cáncer causa 300 muertes diarias en nuestro país.


La falta de retorno del talento

Otro de los problemas en la falta de financiación es la incapacidad para retener talento. En este punto, el Dr. Mariano Barbacid aclaraba que no se trata de retener, porque es importante que los investigadores se formen también a nivel internacional. El objetivo es conseguir que esos investigadores retornen para que apliquen todo lo aprendido en España y en beneficio de los pacientes españoles.

En este punto aportaba su propia experiencia la investigadora predoctoral Belén Pastor, que afirmaba que es difícil encontrar oportunidades para iniciarse o para retornar en España. En su caso, ha podido quedarse en España para investigar gracias a una beca de la AECC, por lo que ponía en valor lo que asociaciones como la AECC aportan a los investigadores. Pese a ello, siguen haciendo falta recursos estructurales para conseguir que estos investigadores se desarrollen.

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La investigación en cáncer: la medicina del futuro

Por último, los expertos destacaban que el problema no solo afecta a los pacientes actuales, sino que la falta de inversión en investigación es un reto a largo plazo. “La Medicina de mañana es la investigación de hoy”, puntualizaba el Dr. Josep Tabernero.

La AECC, en su compromiso firme por la investigación, conscientes de que la investigación salva vidas y que, por este motivo, esta no puede parar, es la entidad privada que más proyectos tiene investigando el cáncer. Actualmente un total de 380 con una dotación de más de 70M€.

Pese a la importancia de estos esfuerzos privados, los expertos concluyen en que es necesario un cambio estructural, que pase por un Plan Nacional de Investigación en Cáncer que dote a la investigación y a los propios investigadores de los recursos necesarios, más allá de los económico, como un ecosistema que permita la investigación.  Como recordaba el Dr. Tabernero, actualmente existe una estrategia nacional, pero la diferencia entre dicha estrategia y un plan es que la primera no conlleva una dotación presupuestaria. La investigación necesita de financiación para no parar y no dejar que la pandemia del cáncer siga aumentando sus números.