El mes de junio, para muchos jóvenes, es un momento de verdadera inflexión. Y es que elegir un camino de futuro es uno de los momentos más difíciles de nuestra vida. Es, básicamente, buscar una profesión a la que dedicar literalmente gran parte de nuestro día a día. Por eso, las nuevas generaciones ya no solo buscan un trabajo con el que ganar dinero. Tratan de dedicarse a proyectos que les motiven, que les permita crecer, que aporten algo a nuestra sociedad. Algo que sin duda ofrece la carrera de investigador.

Sin embargo, muchos jóvenes desconocen cómo pueden dedicar su vida a la ciencia. Para empezar, hay que destacar que hay muchos caminos posibles. No solo se puede acceder a la investigación a través de una carrera universitaria, como es el caso de Medicina, Biología, Química u hoy en día, especialmente la Bioquímica y la Biotecnología. Desde la formación profesional también se abren opciones, ya que la labor de los técnicos de laboratorio.

Para ser investigador lo esencial es ser una persona con iniciativa, curiosa, perseverante. Alguien con ganas, con un pensamiento innovador y disruptivo. Que aprende de los errores y que sabe cómo encajar las piezas de puzles que a otros les parecen imposibles. Que aporta luz donde otros muchos no se atrevieron a mirar. En definitiva, dedicarse a la ciencia y a la investigación es buscar el camino para ayudar a mejorar la vida de las personas.

“La investigación biomédica es un trabajo muy vocacional, disfruto cada día dedicándome a ello, pero llevar adelante el proyecto requiere una dedicación completa”, explica Alba Morán Pérez, investigadora predoctoral en el Instituto de Oncología del Principado de Asturias y adjudicataria de una ayuda predoctoral Asociación Española Contra el Cáncer Asturias 2019.

Ser investigador en España

Pero, ¿hay muchos investigadores en España? ¿Ha cambiado esta profesión estos últimos años? Consultando las cifras del INE, podemos hacer una fotografía de los investigadores españoles. Así, en 2020 había más de 145.000 investigadores en equivalencia a jornada completa. Una cifra que ha aumentado en un 7,7% respecto a los últimos diez años.

Otro dato, sin duda a destacar, es que de estos 145.000 investigadores, 58.000 son mujeres. Es decir, que la ciencia y la investigación también se han feminizado. Y es que, según el informe ‘Científicas en Cifras 2021’ del Ministerio de Ciencia e Innovación la proporción de mujeres en el conjunto del personal investigador en España ha aumentado hasta el 41% (porcentaje que se mantenía estable desde 2009, en el 39%). Un dato para sentirse orgullosos, ya que es mayor que la media europea, donde las investigadoras representan el 38% del total. En 2021 el 54% de las ayudas a investigación adjudicas de la Asociación Española Contra el Cáncer han sido a mujeres.

Nuestro poder: divulgar ciencia

Es cierto que ser investigador es una carrera de fondo y que pueden surgir obstáculos en el camino. Por ello, es importante saber que se puede contar el impulso necesario para afrontarlo. Es el caso de la Asociación Española Contra el Cáncer, que cuenta con un programa de diversas ayudas para allanar el camino de los jóvenes investigadores para que sus ideas y sus proyectos puedan llegar a ser una realidad.

Así, contamos con ayudas de prácticas para estudiantes universitarios, que les permiten descubrir en primera persona cómo es el trabajo en un laboratorio de investigación biomédica, o ayudas predoctorales para que puedan dar los primeros pasos como investigadores, además de otras ayudas con las que acompañarlos durante toda su carrera investigadora.

“Las ayudas que ofrece la Asociación Española Contra el Cáncer a estudiantes universitarios son de vital importancia para impulsar el acceso de nuevos científicos al campo de la oncología y, especialmente, a laboratorios de investigación pública, que no suelen ofrecer remuneración durante las prácticas previas al inicio del doctorado”, comenta Diego Martínez Rey, estudiante en prácticas en el CNIO y adjudicatario de un ayuda Prácticas AECC Curso Académico.

Viviendo la ciencia

Pero, para conocer estas experiencias, qué mejor que contar con la voz propia de esos jóvenes investigadores, que comparten su testimonio a través del programa Living Science, un lugar donde vivir la ciencia. En el I encuentro virtual, participaron tres jóvenes investigadores que compartieron con 1.000 estudiantes cuáles son los pasos a seguir para dedicarse a la investigación.

Destaca entre ellos la experiencia de la investigadora Belén Pastor. Su caso de éxito se centra en una investigación sobre micro-moléculas en la sangre que permiten diagnosticar los cuatro tumores más frecuentes. Como ella misma explica, dedicarse a la investigación es “una carrera de fondo personal”. Durante la misma “vas adquiriendo cualidades, vas aprendiendo a colaborar en equipo”. Así hay que asumir que “hay cosas que no salen, primero aprendes a afrontar que no te ha salido y qué eso es posible, y después a buscar soluciones”. Sin embargo, como mensaje final, Belén recuerda que “en España se puede hacer ciencia y se hace buena ciencia. Y hay oportunidades para todos”.

La investigación no siempre es un camino fácil, pero sumar tu granito de arena para salvar vidas y para luchar contra enfermedades como el cáncer, es una de las mejores cosas a las que dedicar toda una vida. Si quieres dedicarte a la investigación en cáncer y quieres compartir tus dudas o inquietudes con nosotros puedes escribirnos a fundacion.cientifica@contraelcancer.es