Recordar dónde hemos dejado las llaves o el bolso, seguir el hilo de una conversación o simplemente recordar de qué iba la película que acabamos de ver…  Durante y después de finalizar el tratamiento de quimioterapia, la memoria puede verse afectada. Esto explica lo que los expertos han bautizado como fenómeno de chemobrain. Técnicamente, se trata de un déficit cognitivo o disminución del funcionamiento neuropsicológico derivado de los tratamientos quimioterápicos. De ahí el término que, en español, significa literalmente ‘quimio-cerebro’.

Concretamente, hablamos de un deterioro de la memoria, de la capacidad de atención y concentración, aprendizaje, razonamiento, función ejecutiva y habilidades visoespaciales.


Efectos secundarios de la quimioterapia en el cerebro

En primer lugar, conviene aclarar que, al hablar de chemobrain, nos referimos a un conjunto de efectos secundarios cognitivos asociados al tratamiento, no al tipo de cáncer. Es cierto que, por la naturaleza de los tratamientos que se emplean, suele aparecer con mayor frecuencia en los tumores hematológicos, colon o pulmón. Sin embargo, es en el tumor de mama donde mejor se conoce el efecto de la toxicidad de la quimioterapia en el cerebro.

En este sentido, existe evidencia probada (Journal of Clinical Oncology) acerca de que son varios los fármacos quimioterápicos los que afectan a las células madre del sistema nervioso central. Aunque también pueden influir otros factores como la terapia hormonal, el malestar emocional, el envejecimiento, la fatiga, las alteraciones del sueño o la menopausia.

En cualquier caso, se trata de un efecto secundario leve que solo se produce entre el 15-50% de los casos y, en la mayoría de los pacientes, el beneficio de supervivencia de la quimioterapia supera con creces los posibles riesgos asociados.

Síntomas del Chemo Brain: dificultad para concentrarse

Síntomas principales de chemobrain: problemas de memoria y concentración

Los efectos que produce el fenómeno Chemobrain son principalmente:

  • Pérdida de memoria reversible.
  • Dificultad para encontrar la palabra concreta para definir una situación u objeto.
  • Problemas para seguir de manera fluida una conversación.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Apuro para poder llevar a cabo diferentes tareas al mismo tiempo, fatiga, confusión (lo que se conoce como ‘neblina mental’ o cierto aturdimiento).

Por tanto, en caso de que notes alguno de esos síntomas en algún familiar o en ti mismo, te aconsejamos que consultes con tu oncólogo/a o con algún especialista de neurología o neuropsicólogo/a. Si, además, necesitas asesoramiento médico, apoyo o ayuda, también puedes dirigirte a nuestro servicio gratuito de Infocáncer. Un equipo de voluntarios y profesionales tratarán de ayudarte en todo lo que puedan.


Tratamiento para chemobrain

Los estudios no son concluyentes. Pero, en líneas generales, y siguiendo las recomendaciones de rehabilitación y tratamiento, se puede mejorar.

Para la mayoría de los pacientes los síntomas desaparecen, o mejoran muchísimo, tras finalizar el tratamiento, pero, en algunas ocasiones, pueden permanecer a largo plazo y extenderse durante años (mucho menos frecuente).

Para ello, se pueden seguir determinadas recomendaciones que ayuden a mejorar la sintomatología. Algunas de ellas, como mantener la mente activa, realizar actividad física regular y estimulación cognitiva (actividades como leer, hacer pasatiempos que obliguen a pensar o jugar a las cartas), son las más recomendadas.

En nuestro taller online ‘Estimulación cognitiva: fenómeno chemobrain’, la psicooncóloga y neuropsicóloga de la AECC Olga Moreno, ofrece algunas pautas de gimanasia mental que ayudan a disminuir su impacto.  


¿Qué puedes hacer para reducir los efectos?

En muchas ocasiones el paciente puede sentirse angustiado. Por este motivo, es aconsejable seguir algunas recomendaciones para minimizar al máximo las consecuencias de este efecto secundario:

  • Realiza una planificación diaria de la actividad con recordatorios. Un truco, por ejemplo, es planificar las tareas que tienes que realizar en diferentes pasos. Esto nos ayuda, por un lado, a no olvidarnos de nada y, por otro, a aprender esa tarea como un hábito.
  • Ejercita el cerebro. Crucigramas, sopas de letras, laberintos… Cualquier actividad que permita mantenerse activo.
  • Descansa y duerme lo suficiente.
  • Lleva a cabo algún tipo de actividad física.
  • Cuida la alimentación. Toma frutas y verduras; ya que su ingesta se relaciona con la conservación de las capacidades cognitivas al envejecer.
  • Establece y sigue rutinas. Evita las distracciones.

LEE: Alimentación y cáncer: consejos durante el proceso oncológico

Consejos para reducir los efectos del Chemo Brain: ejercitar la memoria
  • Pide a las personas que te repitan la información y pide ayuda si lo necesitas.
  • Pega recordatorios en lugares visibles. También resulta útil llevar una agenda o disponer de una pizarra con pos-it, donde apuntar las rutinas con el horario concreto para cada una.
  • Organízate. Trate de no realizar diferentes tareas al mismo tiempo.
  • Ejercita la memoria. Utiliza recursos mnemónicos (usa fórmulas o rimas que te ayuden a recordar).
  • Controla el estrés.
  • Disminuye la autoexigencia y ten en cuenta tu nivel de fatiga y cansancio.
  • También resulta de ayuda que realices alguna tarea que te resulte agradable después de las rutinas que te cueste ejecutar. Mejora la motivación para reforzar lo que ya has hecho y lograr cierto grado de motivación.

También te interesa: 5 técnicas de relajación para manejar el estrés y la ansiedad